Educación, Globalización y Neoliberalismo
Educación, Globalización y Neoliberalismo
A modo de pequeña reflexión.
La globalización es un proceso de expansión tecnológico, económico y social de interconexión a nivel planetario dirigido por organizaciones “transnacionales” financieras. En ella se impulsan los mercados a escala mundial desde empresas multinacionales gracias a la libre circulación de capitales, cambiando y pasando de economías locales a la economía global. Es decir, que la economía global se originó de las interrelaciones e interacciones entre los mercados, gobiernos nacionales y bajo la presión, en muchos casos, de organismos internacionales (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, etc.). Ello implica que las diferentes naciones van perdiendo capacidad de decisión, implicación social e intervencionismo a medida que permiten que la globalización vaya ganando poder y terreno en ella, pues ésta no entiende que los estados deban de realizar prestaciones y atender a la sociedad desarrollando mecanismos y respondiendo a lógicas neoliberales. La globalización no se ha dado por sí sola, sino que ha sido inducida por las políticas de los países más desarrollados quedando las economías de los países en vías de desarrollo asoladas. A su vez, se manifiesta en tres elementos: la desregulación, la privatización y la liberación del comercio mundial y la inversión internacional.
En
cuanto al conocimiento, éste es promovido por la innovación, el avance de las
nuevas tecnologías de la información y la comunicación y al trabajo en redes,
puesto que resulta más accesible mundialmente. En este sentido, la
globalización supone un cambio en la conceptualización del tiempo y el espacio
hacia el espacio de flujo en el que se permite, gracias a las tecnologías de la
información y comunicación, establecer redes de información y conocimiento en
tiempo real. Esto supone que la transmisión e interpretación de la información
y el conocimiento, y por ende la vida social, son cada vez más
individualizadas.
Se
pueden distinguir, por tanto, dos sociedades: la sociedad de la información y
sociedad informacional. La primera constituye la libre circulación del
conocimiento existiendo muchos siglos atrás. La segunda, la sociedad
informacional, surge a finales del siglo XX y fundamentalmente en el siglo XXI
y se caracteriza por la creación,
procesamiento y transmisión de la información y el conocimiento se convierten
en fuentes fundamentales de la productividad y por tanto en la producción de la
riqueza. Por lo
que se necesita y se prioriza que la producción de información y conocimiento
se realice a velocidad acelerada y cada vez con más apremio, que su coste
económico sea cada vez menor y que esté distribuido e interrelacionado en red y
a tiempo real.
Por
lo que respecta a la educación la globalización impacta en tres direcciones
interrelacionadas:
· Financieramente,
intenta reducir el gasto público general del estado afectando en mayor medida
al gasto en educación, debilitando de esta manera la escuela pública buscando
otras fuentes de financiación, arriesgándose así en pro de la privatización.
· Mercado laboral,
se precisa cada vez a mayor velocidad de mano de obra altamente cualificada en
los niveles más altos de la educación, lo que comporta, en muchos casos, la
necesidad de movilidad y que los gobiernos extiendan la educación superior en
detrimento de la educación básica o general que proveería sólo de mano de obra
de baja cualificación. Se potencia así numerosos filtros educativos y la
ideología de la excelencia y la meritocracia.
· Educativamente,
la calidad es entendida como el rendimiento del alumnado medido desde pruebas
internacionales que contribuyen a posibilitar comparaciones entre centros y
sistemas educativos. Además de introducir elementos economicistas al curriculum
desde los primeros años de la enseñanza, a su vez se modifican los curricula
dotando de mayor espacio a las ciencias y matemáticas en detrimento de otras
áreas de conocimiento y formación de la personalidad. Y esto ocurre por las
exigencias del mercado laboral.
Por
otro lado y en consonancia con lo anterior se está produciendo un cambio en el discurso,
resignificando lo que es o se entiende por educación. En este siglo, las
políticas de mercado se alzan como forma segura de éxito por lo que se produce
una transformación en la concepción social de la educación: se pasa a
considerar a la educación como un elemento más de consumo; y como consecuencia,
se da su mercantilización con las
repercusiones que ello acarrea. Muchas de las políticas educativas van ya
encaminadas hacia la economía del conocimiento, como por ejemplo con las nuevas
calificaciones y formas de realizarlas, la flexibilización, la creación de
entornos abiertos al aprendizaje, etc. Es decir, no sólo se está a que los sistemas escolares practiquen conductas de cuasi-mercado, sino que la educación es inducida a la lógica de mercado.
Para más información o reflexión, os facilito la siguiente web de Jurjo Torres Catedrático de Didactica y Organización Escolar de la Universidade da Coruña: https://jurjotorres.com/?tag=educacion-y-neoliberalismo
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Escrito por: María Mata
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